La APO es una técnica de dirección de esfuerzos a través de la
planeación y el control administrativo basada en el principio de que, para
alcanzar resultados, la organización necesita antes definir en qué negocio está
actuando y a dónde pretende llegar.
La
administración por objetivos o administración por resultados constituye un
modelo administrativo bastante difundido y plenamente identificado con el
espíritu pragmático y democrático de la teoría neoclásica. Su aparición es
reciente fue en 1954 por Peter F. Drucker, considerado el creador de la APO,
este personaje publicó un libro en el cual la caracterizó por primera vez.
La
administración por objetivos surgió como método de evaluación y control sobre
el desempeño de áreas y organizaciones en crecimiento rápido. Comenzaron a
surgir las ideas de descentralización y administración por resultados.
Características
- El establecimiento conjunto de objetivos entre el gerente y el subordinado: Tanto el gerente como su subordinado participan activamente en el proceso de definir y establecer objetivos.
- Establecimiento de objetivos para cada departamento o posición: Los objetivos pueden denominarse metas, blancos o finalidades; sin embargo la idea básica es la misma: determinar los resultados que el gerente y el subordinado deberán alcanzar.
- Interrelación entre los objetivos departamentales: Esta conexión debe implicar objetivos comerciales con objetivos de producción u objetivos de un nivel con los objetivos de los niveles superiores e inferiores.
- Énfasis en la medición y en el control de resultados: A partir de los objetivos establecidos, el gerente y el subordinado pasan, entonces, a elaborar los planes tácticos adecuados para alcanzarlos de la mejor forma. La APO enfatiza la cuantificación, la medición y el control. Se hace necesario medir los resultados alcanzarlos y compararlos con los planeados.
- Continua evaluación, revisión y modificación de los planes: Todos los sistemas de la APO implican la evaluación y la revisión regular del proceso y de los objetivos por alcanzar permitiendo que se tomen las providencias y que se establezcan nuevos objetivos para el siguiente periodo.
- Participación de las gerencias y de los subordinados: Existe una intensa participación del gerente y del subordinado. Cuando el gerente defina los objetivos, se los vende a los subordinados, los mide y evalúa el progreso.
- Apoyo intensivo del personal: La implantación de la APO requiere del apoyo intenso de un personal entrenado y preparado. No se aconseja el abordaje del tipo “hazlo tú mismo” en la APO, pues ésta exige coordinación e integración de esfuerzos, lo que puede ser llevado a cabo por el personal.
Criterios para Establecer un Objetivo.
- Especificidad: deben ser claramente estipulados.
- Aceptabilidad: debe haber sido negociado previamente con el colaborador, el cual debe estar de acuerdo en que debe cumplirlo.
- Flexibilidad: debe ser diseñado de tal modo que pueda ser modificado en caso de ser necesario.
- Mensurabilidad: debe ser susceptible de medición, es decir, debe ser cuantificable para que sea realmente motivador para el persona.
- Accesibilidad: es imprescindible que sean realistas alcanzables, no utópicos, porque ello desmotiva al empleado.
- Congruencia: debe estar “amarrado” como otros, orientados en la misma dirección, cuyo logro esté relacionado con la consecución de los primeros
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