¿Qué es el trastorno de déficit de atención e hiperactividad? - Glenn Anchundia

domingo, 20 de septiembre de 2020

¿Qué es el trastorno de déficit de atención e hiperactividad?

 Por: Glenn Anchundia en colaboración con Marlon Anchundia 



Según (Pascual, 2008) los trastornos por déficit de atención e hiperactividad (TDAH) vienen definidos por la presencia de tres síntomas fundamentales:

1. Disminución de la atención.

2. Impulsividad.

3. Hiperactividad.

En realidad, es mucho más que un trastorno. Es un síndrome de dimensiones enormes, que alcanza una gran cantidad de facetas y se debería denominar “Síndrome de Déficit de Atención e Hiperactividad (SDAHA) con mucha más propiedad que TDAH.

(Portela, Carbonell, Hechavarría, & Jacas, 2016) afirman que este trastorno neurobiológico, que aqueja tanto a adultos como a niños, es descrito como un patrón persistente o continuo de inatención y/o hiperactividad e impulsividad que impide las actividades diarias o el desarrollo típico. Los afectados suelen experimentar dificultades para mantener la atención, la función ejecutiva y la memoria de trabajo, y pueden corresponder a 3 tipos distintos de TDAH:

• Inatento
• Hiperactivo-impulsivo
• Inatento e hiperactivo-impulsivo combinado


Síntomas

(Vélez & Vidarte, 2012)Los síntomas del DSM-IV (1995) y DSM-IV-TR (2002) para la falta de atención entre otros: A menudo no presta atención suficiente a los detalles o incurre en errores por descuido en las tareas escolares, en el trabajo o en tareas o en actividades lúdicas, a menudo parece no escuchar cuando se le habla directamente, a menudo no sigue instrucciones y no finaliza tareas escolares, encargos u obligaciones en el centro de trabajo (no se debe a comportamiento negativista o a incapacidad para comprender instrucciones),  a menudo  evita, le disgusta o es renuente en cuanto a dedicarse a tareas que requieren un esfuerzo mental sostenido (como trabajos escolares o domésticos), a menudo extravía objetos necesarios para tareas o actividades (como por ejemplo, juguetes, ejercicios escolares, lápices, libros o herramientas), a menudo se distrae fácilmente por estímulos irrelevantes y a menudo es descuidado en las actividades diarias. 


La hiperactividad es el segundo componente del TDAH y suele manifestarse mediante un movimiento excesivo; un movimiento continuo, cuando resulta inapropiado hacerlo; inquietud; nerviosismo e incapacidad para estar sentado sin levantarse; “estar en marcha” continuamente, como si se tuviera un motor interno; y hablar en exceso. Los problemas de los niños con TDAH incluyen tanto un exceso de actividad, como una actividad inoportuna, en función de su edad y circunstancias. También se dice que son revoltosos, que no paran de dar golpes con los dedos, de moverse en sus asientos o de molestar a sus compañeros de clase.

Los niños hiperactivos parecen tener problemas para regular sus acciones según los deseos de otras personas o las demandas del contexto.


DIAGNÓSTICO

Según (Pascual, 2008) en muchos casos puede diagnosticarse el síndrome en menos de dos minutos, solamente con dejar al niño que se mueva “a sus anchas” por el recinto de la consulta y a veces incluso antes, ya que la enfermera nos anuncia la inminente entrada de un niño con este cuadro por la forma en que se ha comportado en la sala de espera. Ello ocurre fundamentalmente en los hiperactivos. Cuando existe predominio de déficit de atención, el trastorno vendrá referido por la historia clínica y por el “oficio” del médico para detectarlo. Sin embargo, la Asociación Americana de Psiquiatría (1994) establecía unos criterios diagnósticos, expresados en la tabla I. Los criterios establecidos en Europa son más exigentes y, por ello, las cifras de prevalencia del TDAH son mucho más bajas en Europa que en cualquier otra parte del mundo.


Tratamiento

Para (Pascual, 2008) El tratamiento de los niños y jóvenes con TDAH conlleva los siguientes pasos: 

  1. Una información adecuada a los padres de lo que es este síndrome, intentando tranquilizar, relajar y motivar al entorno de los pacientes para facilitar el sacarlos adelante.
  2. Hacer llegar a los padres y a los profesores el conocimiento de que ni los unos ni los otros son culpables de nada. El problema está en el niño, que lleva el cuadro en su constitución y que tampoco es culpable de su cuadro.
  3. Que este síndrome persiste siempre, pero que ello no es óbice para que la inmensa mayoría de los sujetos que lo presentan sean personas normales.
  4. Que las mejores medicinas para ellos son la paciencia, la comprensión, la ayuda y la firmeza de criterio, pero sin renunciar al chantaje (ellos lo hacen por sistema y no queda más remedio que responderles con la misma moneda).
  5. No mostrar debilidad con ellos nunca (admiran y obedecen al fuerte), pero sin utilizar la fuerza física, excepto si hay que defenderse.
  6. Intentar motivarlos para realizar actividades físicas preferible deportes de equipo y contacto con otros niños.
  7. Medicarlos con fármacos que puedan ayudarles a estar más tranquilos, más clarividentes y menos obsesivos. En la actualidad los productos farmacológicos están muy estandarizados y, aunque muchos de ellos resultan excesivamente costosos, el hecho de que entren en la protección de la Seguridad Social, los hace más asequibles.
  8. Qué no debe desdeñarse cualquier apoyo de tipo psicológico – muchas veces más necesario para las madres que para los propios pacientes – ya que, aunque no tan efectivo como los fármacos específicos, también ayuda en algunos casos.
  9. La ayuda con clases de apoyo en las materias en que fallan estos niños, especialmente en las de tipo razonado (Matemáticas, Lengua, etc.) cuando ya no pueden memorizarlas y tampoco comprenderlas (a partir de 5º-6º de Primaria).



Bibliografía

Pascual, I. (2008). Trastornos por déficit de atención e hiperactividad (TDAH). Protocolos Diagnósticos Terapeúticos de la AEP: Neurología Pediatrica(20), pp.140-150.

Portela, A., Carbonell, M., Hechavarría, M., & Jacas, C. (2016). Trastorno por déficit de atención e hiperactividad: algunas consideraciones sobre su etiopatogenia y tratamiento. MEDISAN, Vol.20(4), pp.553-563.

Vélez, C., & Vidarte, C. (2012). Trastorno por déficit de atención e hiperactividad (TDAH), una problematica a abordar en la política pública de primera infancia en Colombia. Rev.Salud pública, Vol.14(2), pp.113-128.

 

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