En el ámbito
de la administración de empresas, Taylor, es popular por ser el creador e
impulsor de un movimiento que perdura hasta la actualidad: la administración científica
del trabajo. Esta filosofía, muy revolucionaria para su época, cuenta con
principios y fundamentos claramente definidos y explicados por el autor.
Con ella se
expresa la necesidad que existe de hacer un estudio científico serio
y detallado de las condiciones de trabajo que lleve a una correcta
organización científica, posibilitando, a su vez, obtener una mayor
producción.
¿Qué
es la administración científica del trabajo?
Se define
como una metodología que tiene su base en métodos y leyes
científicas que permiten aprovechar, de una mejor forma, la jornada
laboral evitando pérdidas de tiempo y dinero en el proceso de producción.
Su objetivo
fundamental es alcanzar los niveles máximos de productividad y, por
lo tanto, de prosperidad. Para ello se enfoca, entre otros puntos, en potenciar
la preparación y entrenamiento de los trabajadores, de forma que cada cual se
vuelva más eficiente y competitivo.
Este esquema
no promueve que los empleadores o empresarios alcancen sus cuotas de producción
a corto plazo, sino que presupone que, mediante la implementación de esta
teoría, logrará el desarrollo de todas las áreas y componentes de su
empresa. Esto permitirá alcanzar sólidos niveles de prosperidad en el
futuro.
Para el
empleado, la implementación de este método no significa alcanzar salarios
elevados en un corto período de tiempo, pero sí promueve e incentiva al
trabajador a ser mejor en su profesión. A ser más productivo, a formarse
y superarse cada día y a aprovechar al máximo su tiempo de producción.
Todo ello manteniendo altos estándares de calidad y eficiencia.
Problemas
que pueden estar presentes en las empresas
En el mundo
empresarial, muchos tienen la falsa concepción de que el aumento de la
producción conllevará un incremento del desempleo. Por lo que algunos
propietarios aplican sistemas de administración que hacen que el obrero
restrinja su producción con el propósito de no pagar por su rendimiento.
Además, existen casos donde
no se aprovecha la capacidad y destrezas de los obreros. En estos la dirección
no se ocupa ni de orientar correctamente a los trabajadores ni de fomentar su
capacitación continua.
Es por ello por
lo que la administración científica del trabajo juega un rol
determinante en la erradicación de estas dificultades. Con esta se logra una
correcta dirección del proceso de producción y que los trabajadores realicen
sus tareas de forma óptima. Asimismo, se potencia una estrecha comunicación
entre la administración y los obreros.
Principios de la
administración científica
El taylorismo define cuatro
principios concretos que se deben seguir para dirigir una empresa en aras de
lograr aumentar la producción minimizando los costes.
Estudio
científico del trabajo
En esta fase,
un equipo de profesionales realiza un análisis detallado de las
condiciones de trabajo, dando como resultado la definición de métodos y
estilos de trabajo y de administración. De igual forma, es la etapa
propicia para definir los procesos que resulten más eficaces para el
empleador, así como el contenido de trabajo que debe realizar cada
obrero en su jornada laboral.
Selección científica y
entrenamiento de los obreros
Es
recomendable realizar una selección sistemática teniendo en cuenta
las capacidades de los candidatos. De esta forma, Taylor también
establece que un trabajador, por sus conocimientos y habilidades, puede ser
útil en una posición dada.
Análisis científico del
trabajo más selección científica del empleado
Este
principio define que los trabajadores son los encargados de realizar sus
actividades basadas en la ciencia, o sea, en la observación y medición
constantes. Esto implica que tanto la dirección como los obreros deben estar
dispuestos a modificar sus metodologías y estilos de trabajo, si es
requerido.
Cooperación entre la
dirección y los trabajadores
No por ser el
último postulado es menos importante. Al contrario, este resulta fundamental
para fomentar un excelente clima y relaciones de trabajo más sólidas.
Garantiza que tanto el trabajo como la responsabilidad de este sean dosificadas
de manera equitativa.
Ideas
generales
Este método
no aboga por la eliminación del principio de unidad de mando. En su
lugar, lo hace por la puesta en marcha de un sistema de administración que sea
completamente funcional.
Por otra
parte, Taylor defendió la idea de que su método es aplicable a cualquier
actividad humana, sin aumentar los índices de desempleo. En su lugar los
trabajadores percibirían una mejor formación y salarios más elevados.
Esta teoría
destaca la necesidad e importancia que tiene incorporar, en una plaza, a un
obrero que sepa desempeñar correctamente un oficio. Con la intención de
potenciar su formación en el futuro y así facilitarle el conocimiento y
las herramientas necesarias que permitan adoptar las competencias para
la empresa en cuestión.
Igualmente, se prioriza el
trabajo en equipo. Defendiendo que este tiene que estar correctamente
estructurado y organizado, con tareas claramente definidas para cada miembro.
Además, todos los miembros juegan un papel fundamental en la obtención de los
resultados de las empresas.
Fundamentos
de la administración científica
Estos fundamentos
principales son los siguientes:
Identidad de los intereses
del empleador y del obrero
Este punto
defiende la idea de que un sistema de administración debe estar enfocado en
conseguir la comunión deseable entre el máximo de prosperidad al alcanzar
tanto por los empleados como por los empleadores; defendiendo la idea de que
este estado debe ser duradero y mantenerse constante en el tiempo.
Además,
promueve el concepto de que los intereses del obrero y el empresario,
en lugar de ser antagónicos (como muchos consideran), tienen que ser
similares. Además, estimula la presencia de salarios altos, siempre que se
tenga una producción alta y de calidad.
Unido a lo anterior, es
imprescindible para el empleador tener una excelente producción con costes
bajos y con un menor esfuerzo. Lo que presupone que sus empleados deben estar
en constante preparación y desarrollo de sus habilidades. Una empresa deja de
existir sin los obreros.
Limitación de la producción
Es
imprescindible crear las condiciones necesarias en cada puesto de trabajo
para eliminar la lentitud. En este aspecto, se potencian las relaciones
que mantiene el empleador con la dirección, pues es necesario mantener una
estrecha comunicación y control de las actividades desempeñadas para que los
trabajadores aporten lo mejor de sí mismos en el horario establecido.
Otro de los
aspectos que debe eliminar la industria está relacionado con la simulación
sistemática del trabajo. Con esta el obrero limita la rapidez con la que
puede desarrollar una tarea, por lo tanto, no explota al completo sus
destrezas.
Normalmente están
estimuladas por la fijación de un salario mínimo a pagar por la jornada de
trabajo, sin tener en cuenta el rendimiento y las tareas finalizadas con éxito
durante este período.
Para que este
problema no interfiera en la producción es necesario que cada empleador
controle la rapidez con la que los obreros pueden realizar una tarea, premiando
a los más eficientes. Así, es recomendable tener un sistema de pago por
rendimiento.
Necesidad del
estudio científico de las condiciones de trabajo
Es necesario
que se brinde una correcta formación a los trabajadores para que
optimicen los mecanismos y las formas de realizar una tarea. Lo cual estimula a
reemplazar los métodos empíricos como la observación por métodos otros métodos
científicos.
Si se va a desarrollar un
trabajo basado en leyes científicas las actividades y procesos deben estar
sustentadas por preparativos previos de las condiciones ideales de los puestos
de trabajo por parte del empresario. Esto facilitará la realización de las
tareas a desempeñar.
Por otro lado, lo ideal es
que los trabajadores reciban indicaciones diarias por parte de la dirección. Lo
cual favorece la eliminación de obstáculos que impiden obtener mayores niveles
de productividad.
Necesidad de una
administración científica en las empresas
La adopción
del sistema de administración en las empresas es imprescindible para obtener
niveles de producción elevados ya que fomenta un intercambio cordial entre
los diferentes entes involucrados. Asimismo, promueve el aumento de las
producciones con bajos costes.
Con esta, los trabajadores
explotan al máximo sus capacidades y reciben una formación constante que les
permite estar actualizados. Además, con este sistema, los obreros reciben un
salario basado en sus resultados.
Al aplicar este mecanismo
de administración se tiene amplias posibilidades de obtener la prosperidad que
anhelan los obreros y los empresarios. Sin embargo, los resultados esperados
dependen de diversos factores. Aun así, al aplicar este método en la industria
se espera que los periodos prósperos sean más largos que los de crisis.
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